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Uno de los abogados de los cinco cubanos presos en EEUU considera que la vista oral para la apelación fue justa

Uno de los abogados de los cinco cubanos presos en EEUU considera que la vista oral para la apelación fue justa Rosa Miriam Elizalde y Esther Barroso
Cubadebate


Acababa de llegar a La Habana, dos días después de la vista oral para la apelación del juicio que condenó a los Cinco en el escenario envenenado de Miami, hace ya tres años. Es la primera entrevista que concede Leonard Weinglass -abogado de Antonio Guerrero- a la prensa cubana, pero no será la única. Otros colegas llegarán en pocos minutos, y el tiempo que dispone para nosotros no sobra y queremos aprovecharlo al máximo.

Sentando en un inmenso butacón, sonriendo, está frente a nosotras uno de los principales protagonistas de esta nueva batalla legal que vuelve a transcurrir en Miami, pero en un contexto diferente. Tenemos muchas preguntas en la agenda y se ha unido a nuestro equipo de trabajo, de manera totalmente fortuita, el abogado José Pertierra, conocido por los cubanos durante la batalla legal por el regreso de Elián a Cuba. Generosamente, será nuestro traductor en esta entrevista que comienza con las palabras que le dan título: "Esta fue una audiencia justa".

-¿Por qué?

-Fue una audiencia justa. Ninguno de los tres jueces eran de la Florida. Ninguno de ellos había sido antes fiscal. Fue un panel inusualmente bueno para nosotros, donde nos permitieron exponer los argumentos. Nos hicieron muchas preguntas, y también a los fiscales, y pienso que tuvimos una audiencia completa. Sin embargo, es muy difícil predecir cuál va a ser la decisión de la corte.

-Se siente mucho optimismo en las declaraciones de personas que asistieron a la audiencia y apoyan la causa de los Cinco. ¿Qué percepción tiene Weinglass?

-Es muy temprano todavía para celebrar. La realidad es que no sabemos qué está pensando este tribunal. Solamente hemos conocido en qué están interesados. Es verdad que ellos se detuvieron en los aspectos que a nosotros nos interesaba presentar, eso es cierto, y nos da aliento, pero no sabemos cómo se sienten sobre esos temas que son esenciales en esta apelación. Tendremos que esperar.

-¿Cómo valora los argumentos de la Fiscalía?

-La parte más interesante de ese asunto tiene que ver con cuáles son los argumentos que seleccionaron los fiscales para presentar. Y en ese asunto fue el tribunal el que dirigió a los fiscales en relación con los argumentos seleccionados. Los argumentos que interesaba a la Corte que la fiscalía explicara con mayor detenimiento, eran precisamente los que nos interesaba exponer a nosotros. En ese sentido, esta actuación nos da más aliento. Pero no sabemos si es que el tribunal está pensando a nuestro favor, o si quiere escuchar más argumentos para apuntalar un criterio en un sentido totalmente contrario.

-¿Puede describirnos exactamente qué pasó con el cargo de Conspiración para cometer asesinato?

-Sobre la Conspiración para cometer asesinato, la corte realizó preguntas muy difíciles, tanto a la Fiscalía como a nosotros, que nos dice que estaba muy interesada en ese tema. Pero es imposible saber si la corte estaba a favor o en contra de nosotros. Por lo menos, estaba interesada y eso es lo más que se puede decir.

-Los despachos de prensa hancoincidido en que las respuestas de la Fiscal fueron muy débiles, y usted habla ahora de que ambas partes recibieron preguntas difíciles ¿Cuáles fueron esas preguntas? ¿Cuán débiles fueron las respuestas de la fiscal Catherine Heck-Miller?

-Hay dos áreas en que el tribunal le preguntó a la fiscal y que nos indican sus preocupaciones. Sobre la conspiración para cometer asesinato hizo dos preguntas, básicamente: ¿ dónde está la evidencia de que Gerardo sabía que iba a producirse un conflicto militar? Las respuestas de la fiscalía fueron muy débiles. La segunda pregunta fue: ¿dónde está la evidencia de que Gerardo también participó en el plan? En este caso, las respuestas de ella volvieron a ser muy débiles. Esos nos da aliento, pero la experiencia de los abogados es que la corte muchas veces hace preguntas muy difíciles de responder por la fiscalía, y entonces decide a favor de ellos de todas maneras.

-¿Ha podido consultar lo que allí pasó con otros abogados?

-Después de la vista, tuve en encuentro con varios abogados, quienes, basándose en sus experiencias, nos pidieron que no celebráramos el éxito de la audiencia tan temprano. Los abogados en Estados Unidos saben muy bien que muchas veces, cuando nos vamos de la corte pensando que ganamos, y es solo para descubrir, dos o tres meses después, que perdimos.

-Hablaba ahorita de dos ámbitos en que transcurrieron las preguntas. Nos habló de una: la Conspiración para cometer asesinato. ¿Cuál es la otra?

-La segunda área donde preguntaron a los fiscales y recibieron respuestas débiles, fue en la parte que tenía que ver con la solicitud de una nueva sede, y la experiencia del caso Ramírez, que como sabes fue el intento de la fiscalía de Miami de sacar el caso de esa ciudad, argumentando los prejuicios de la comunidad cubana. La fiscal dio una respuesta totalmente opuesta a lo que ellos mismos habían argumentado en aquel caso: habló de que Miami era un sitio apropiado para el juicio. Con respecto a eso la fiscal se pasó más tiempo de lo debido, tratando de responder. La respuesta no fue convincente.

-También hemos leído en la prensa que el cargo de conspiración para cometer espionaje recibió mucha menos atención en esta vista…

-Se habló muy poco de la sustancia de ese cargo, pero sí de la sentencia, y sobre eso el abogado Richard Klugh argumentó contundentemente. Por eso pensamos que quedaron claras nuestras opiniones y hubo una buena reacción ante el argumento de que ellos no violaron la seguridad nacional de Estados Unidos

Yo expliqué, por ejemplo, que mi cliente, Antonio Guerrero, está cumpliendo la misma cadena perpetua que han recibido Robert Walker, Robert Hansen y Aldrich Ames, espías famosos, que tienen sobre sí cientos de documentos en los que se argumenta por qué violaron la seguridad nacional del país. Sin embargo, en el caso de Antonio y en el de los otros dos cubanos con este cargo, no hubo ni una sola página. Entonces, ¿cómo se puede aplicar la misma cadena perpetua en casos de tan diferente naturaleza? Hemos puesto nuestra esperanza en que el tribunal pueda comprender algo tan simple.

-¿Hubo alguna expresión de los jueces que les diera a los abogados alguna señal de que, efectivamente, ninguno de nuestros compañeros puso jamás en peligro la seguridad nacional de Estados Unidos?

-Dijimos claramente que ellos no eran un peligro para la seguridad nacional de Estados Unidos. No recuerdo que la fiscal haya respondido al planteamiento que hicimos, y los jueces no permitieron en el tribunal de Apelaciones el ambiente que existió durante el juicio del tribunal de primera instancia. Allí dijeron que los Cinco llegaron a EE.UU. para poner en riesgo la seguridad nacional del país. Este tipo de exageración extrema tuvo éxito ante un jurado en Miami, pero no hubieran podido -ni lo intentaron- convencer de esto a los tres jueces.

-Después de un silencio prácticamente total en torno a este caso, ha habido alguna información pública, a raíz de la audiencia. ¿Cómo lo interpreta? ¿Eso prefigura algún cambio?

-Lo que paso en este caso no es inusual. En el caso de Mumia que ha llegado a conocerse mundialmente, y también, mucho, en EE UU, fue silenciado durante 14 años. Igualmente, el caso de los cinco ha recibido muy poca atención durante cinco años. Sin embargo, hay hechos ahora que habría que considerar a favor de ellos y que deben incrementar la atención del público. Primero, el anuncio que salió en el diario The New York Times, y que ayudó mucho. El canal internacional Fox también hizo un programa sobre el caso. Fue breve, pero allí estaba el caso. En la vista en Miami había 9 cámaras de televisión. No pudieron ignorar una audiencia que tenía observadores internacionales, de Europa y Suramérica. Llamó la atención, indudablemente. Espero más y más comentarios sobre el caso en los próximos meses. Hasta ahora nosotros hemos sido los que hemos llamado a la prensa, y tocado a sus puertas. Ahora la prensa es la que llama a nosotros, y por lo tanto es lógico suponer que se hablará mucho más sobre el caso.

-¿En qué medida eso puede incidir en la corte?

-Ningún abogado puede darle la respuesta a esa pregunta. Realmente no sabemos. Lo que sí sabemos es que, mientras existe apoyo público, es mejor para el caso, porque es más difícil para la corte ignorar los factores críticos del caso. Es correcto decir que mientras mas apoyo exista, mejor sin saber exactamente la dinámica entre el apoyo del publico y la corte.

-¿Qué impresión tuvo de los jueces y la forma en que condujeron la vista?

-Las impresiones que tenía sobre sus antecedentes fueron confirmadas por lo que ocurrió durante la audiencia. Dos de los jueces fueron a las mejores escuelas de Derecho en EE.UU. y se graduaron entre los primeros de su clase. Esta fue una corte inusualmente inteligente y muy calificada. Era una corte de más años. Un juez tiene 80 y el otro 84. Estos no son jueces que desean avanzar en sus carreras. Ya tienen un nombre, una carrera hecha. Pueden ahora ser independientes. Por eso manejaron la vista de la manera en que esperábamos.

Las preguntas fueron muy inteligentes. Trataban los asuntos que nosotros esperábamos. No se enfocaron estrictamente en lo patriótico. Todo estaba dirigido hacia la ley. Nosotros se los agradecemos. Si desestimamos los intereses nacionales y patrióticos, el caso es muy fuerte a nuestro favor. Nuestra esperanza era que la corte se interesara en el caso a ese nivel. Y eso fue lo realmente lo que ocurrió.

-¿Qué podemos esperar ahora? ¿Tiene alguna idea de cuándo la corte pronunciará su decisión sobre el caso?

-Es imposible saber cuándo la corte decidirá el caso. Este tribunal se destaca por decidir los casos más rápidamente que otros. Pero este fue un caso muy largo y muy complicado. Es muy difícil decir. Si tuviéramos que especular, yo diría que se pronunciarán en más de 60 días y hasta 100 días. Pero eso es solo una especulación. Hay que ver cual es la decisión. Si ganamos cualquier cosa, el fiscal puede apelar a la corte entera (en banc). Y si nosotros perdemos, entonces nosotros apelamos a la corte entera. De cualquier manera, el caso va a la corte entera. Pero la corte no tiene la obligación de aceptar el caso. Ambas partes harán una solicitud, y en la mayoría de los casos, esa solicitud es negada. Entonces, cualquiera de las partes puede apelar a la Corte Suprema. Otra vez. Es un pedido para que la corte acepte el caso.

-¿Y qué tiempo toma todo esto después del pronunciamiento de los jueces?

- Estas solicitudes ocurren bastante rápido.

-¿Cuales son las diferentes y posibles decisiones del tribunal?

-Entre las posibilidades esta ganarlo todo o perderlo todo. Ganar o perder cada uno de los 26 cargos. O también, el tema del sitio del juicio o los errores con respecto al proceso, como el rastreo de inteligencia extranjera, el Acta de información clasificada, etc… Cosas muy técnicas. Y la corte puede devolver parte del caso al tribunal de primera instancia para más litigio. La corte puede también dividirse. Dos jueces pueden votar por una decisión, y el otro juez discrepar. Hay muchas posibilidades.

-Hay más de 200 grupos de solidaridad en todo el mundo, que estarán esperando ansiosos la decisión del tribunal. ¿Qué les recomendaría?

-No soy experto en cuestiones de táctica para grupos de solidaridad. Sin embargo, cualquier cosa que ayude a educar e informar al publico sobre este tema ayudaría muchísimo. Creo que es vital, y ellos lo saben hacer muy bien. Hay que aprovechar la coyuntura.

Ha ocurrido algo extraordinario en Estados Unidos con respecto a este caso. Fue el más largo del país. Testificaron tres generales, un almirante, un ex consejero presidencial. La historia de 40 años de política exterior se presentó en la corte. Eso es muy raro. Personas que habían cometido actos de violencia fueron traídas a la corte, para que dieran testimonios sobre esos actos. Sin embargo, este caso no recibió atención de la prensa, salvo dentro de Miami.

Yo no he visto ninguna explicación satisfactoria sobre esto. Cuando uno enciende el televisor en Estados Unidos ve muchos reportes sobre diferentes procesos judiciales, y nada sobre los Cinco. Es increíble que esto esté pasando. Hasta ahora ha estado continuando. Por tanto, los grupos de apoyo pudieran romper esas barreras, solo exponiendo los simples hechos de lo que pasó. Hay una gran oportunidad para comenzar a educar a la gente sobre este caso.

-Tal y como va el proceso eleccionario en Estados Unidos, ¿puede influir la campaña presidencial ahora en el caso?

-Si la decisión es junio o julio, esto seria al comienzo de la temporada de las elecciones. Y no sabemos cuál va a ser la decisión de la corte. Tenemos un Fiscal de la nación, John Ashcroft, que le encanta hablarle al pueblo norteamericano y sus puntos de vista tienden hacia la extrema derecha. Si ganamos partes del caso, atacarán indudablemente a la corte. ¿Cuál será el efecto de esto en los candidatos presidenciales. Solamente podemos especular. La coyuntura del punto de vista de un abogado no es favorable. Cualquier resultado será politizado en un contexto en el cual el sur de Florida es un factor importante. Hay preocupación sobre eso.

Salvo excepciones, no hay muchos políticos decididos a apoyar a los Cinco. El resultado más probable serán más ataques contra ellos. Y también, sobre la corte. Es algo que nos preocupa.

-Es extraordinario que ahora, cuando ha circulado alguna información sobre la Apelación, la prensa norteamericana los sigue presentando como "espías".

-Sí. Dijeron durante 14 años que Mumia era un asesino de policías, pero después comenzaron a decir que era un periodista. Por eso es muy importante educar al público para que los medios de comunicación cambien los simples y equivocados titulares.

-¿Ha hablado con los defendidos, después de la audiencia?

-Hablé con tres de ellos últimamente, pero no después de la audiencia hace dos días. Cuando regrese a los Estados Unidos les hablaré sobre la vista.

-¿Cómo está Antonio?

-Él está bien. Su mamá habló con él ayer, y yo hablé con ella después de eso. Lo han regresado a Colorado. Se siente bien, y está ahora tan activo como anteriormente.

-Le preguntaba porque en vísperas de esta audiencia, Antonio fue trasladado de cárcel temporalmente para ser sometido a una operación y recluido en "el hueco". Algo muy extraño…

-Cuando llevaron a Antonio de Colorado al hospital de Illinois, lo pusieron en el "hueco". A nadie le cabría en la cabeza algo así: confinar en condiciones más terribles a un prisionero que va a recibir un tratamiento médico. Cuando él estuvo enfermo y necesitaba tratamiento, en ese preciso momento lo meten en el hueco. Y vio a los médicos cuando estaba en el hueco, que tuvo que atenderlo no en una sala de hospital o en una clínica, sino en un hueco. Y así es como empezaron el tratamiento. Efectivamente, increíble.

-¿En esta vista oral hubo algún comentario sobre la violación de los derechos humanos de los Cinco y sus familiares?

-No. No. Sin embargo, le informamos al tribunal sobre las condiciones que crearon cuando metieron a los presos en el hueco. Yo escribí en detalle lo que hicieron con Gerardo y con Antonio durante ese plazo de 29 días para la apelación. Y eso lo dimos a esta corte por escrito. En ese momento pedí más tiempo para prepararme y poder representar a Antonio. Los abogados me dijeron que la corte no me daría más tiempo, pero cuando la corte leyó los documentos, me dieron todo el tiempo que necesitaba. Y por eso, me gustaría pensar que tuvo algún efecto en la corte.

-Su compromiso con este caso desde que asumió la defensa de Antonio Guerrero ha sido muy particular. ¿Por qué esta pasión de Weinglass?

-Nunca he ejercido como abogado para obtener dinero o en litigios de dinero, donde alguien desea sacar provecho de otro. Desde que estudié en la universidad y nos enseñaron que ser abogado era un compromiso de justicia, lo asumí como tal, con absoluta pasión. Desde entonces me he involucrado en casos donde se dirime la justicia, o tienen un carácter político tal y como yo entiendo la política -un compromiso con aquellos a quienes se les niega cotidianamente la justicia-. Y, también, en procesos que, a veces, adquieren dentro de Estados Unidos una trascendencia internacional. En este caso se han entrelazado esos tres elementos, pero hay algo más: representamos a cinco seres humanos excepcionales. Antonio para mí no es cualquier defendido. Ser su abogado es más que eso. Es, sencillamente, un honor.

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